martes, 21 de julio de 2009

La isla-Parte VI-

Me hundo en este mar de palabras…Pero tu belleza me rescata del magnetismo de ese círculo existencial que reclama saberes a mis enajenadas sensaciones. ¿Ser o no ser? Tal vez el dilema se resuelva en la lejanía de otras latitudes. Tal vez en los archipiélagos que emergen con intermitencia en los mares de la nada… ¡Qué nos importa si todo lo que hemos dicho tampoco anida en esta isla! En el mejor de los casos, ¡nunca lo hemos dicho a pesar de decirlo de mil maneras! Ni las sombras nos han encontrado…
Realmente estamos tan solos y agotados que no poseemos siquiera vergüenza suficiente para dejar de mirarnos. Tan solos…que no deseamos hablar para sabernos diferentes. Es una ilusión tan frágil y a la vez tan perfecta que solo es posible acariciar con la risa que imaginamos…
Las estrellas se hacen cenizas en el mar, el cielo se va pintando por obra de tus silencios. Presiento que descubrías algo verdadero en lo que te contaba sobre lo que nunca vas a ver tras tu espalda. Sonreís como una suerte de disculpa por no haberme creído antes pero no me lo decís…

-¿Estaremos soñando?- preguntás tímidamente como no queriendo alborotar a los enemigos del silencio.
-¿Vos creés? ¿O será que la locura nos desterró a esta remota sucursal del edén?...-

Carcajeamos por doquier… ¿Estaremos realmente aquí?, ¿o es que perdimos hasta la última pizca de conciencia en esta odisea donde nos arrastró la aventura? Tal vez a estas alturas ya habremos despertado o ni siquiera estemos en algún lugar…
Nos hundimos en este mar de palabras…en esta carta que espera ser leída y que se resigna al destino de las aguas. Nos hundimos en esta carta que naufraga en los enigmas del mar, adentro de una botella.
Si alguien por destino o azar la llegase a encontrar, sepa que ésta es nuestra historia; la historia de dos adolescentes que se extraviaron en los incontrolables mares del amor. Todo comenzó de esta manera:

“Mi voz es más veloz que mis pies…”

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