martes, 21 de julio de 2009

La isla-Parte V-

Mi voz es más veloz que mis pies…

-Ya no recuerdo que dije.-te digo.
-No decías nada…dormías. Yo también.-contestás con una sonrisa ensoñada.
-Se me acaba de ocurrir algo…no preguntes.-

Salimos sin decirnos una palabra. Es todavía la tarde y nuestras sombras caminan por delante. No nos detenemos aun sin hacer ese acto tan heroico de seguir andando. Sin duda, nos movemos pero nuestra voz, nuestro enigma se nos anticipa…
Ese mar sigue allí, minúsculo y lúdico como lo recordábamos. Lejano e inalcanzable como esos tiempos en que los juguetes se vuelven tesoros olvidados…
Ya no hablás, ya no pensás en volver por donde vinimos quizá porque estamos perdidos desde que partimos. Yo tampoco pienso en volver porque no sabría bien que decir.
Estoy convencido de que nuestro mundo no está sostenido por fantasías y…solo resta cruzar ese mar para conquistar las llaves de la certeza.
Tantas sensaciones se alborotan en mi cuerpo que hasta puedo enaltecer a mi voluntad los compases de tu reloj interior. Tanto sudor esclaviza mi sed que la vergüenza desertó por miedo a naufragar:

-¡Corramos hacia el mar! ¿Quién nos ha dicho que debemos esperar?-exclamo.

Corremos por la arena y nuestros cuerpos se deshacen de las sombras. Cuando nuestra conciencia se empapó hacía demasiado tiempo que estábamos nadando.
Nadamos sin cesar. Flotamos sin pensar…todo huye de nosotros, hasta el mismo mar, ¡todo!

-No pares-me decís agitada.
-No paro, no pararemos nunca.-

Nadamos y…nadamos más de lo que creímos alguna vez. Las gaviotas se adueñan de los vientos y los vientos de mis palabras:

-¡Allí está!...La isla…la isla. No pares. Todo lo que hemos dicho espera ahí.-
-¡Es maravilloso! ¿Estaremos soñando?-

Al llegar a la orilla, nos tumbamos sobre la arena como buscando ese aliento desconocido. No nos decimos nada, solo respiramos. Quizá para reír…quizá para llorar. Eso no nos preocupa. Ya anclamos en nuestra isla…
Me hundo en este mar de palabras…

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Voces